La primera semana de septiembre fue intensa en materia de incendios forestales. Todos los integrantes del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Devoto trabajaron a destajo para sofocar el fuego, en diferentes siniestros de gran magnitud. En el marco de ese accionar, el compromiso se vio plasmado también en la preocupación por la fauna autóctona: los efectivos rescataron un aguilucho herido y se ocuparon de su cuidado y recuperación.

El día lunes se desató un incendio, al sur de Devoto, que no solo arrasó con hectáreas de campo, sino también con los hogares de varios animales. Durante el recorrido por la zona afectada, los bomberos avistaron un aguilucho que, a causa del fuego, sufrió quemaduras en sus patas y la rotura de un ala.

Los efectivos lo asistieron, sacándolo de la zona de riesgo y tomando contacto con la guardafauna Ernestina Saravia, para darle una asistencia que garantizara su sobrevida. La proteccionista gestionó la ayuda de los señores Botta, encargados de la Reserva Natural Piquillay, ubicada en la ciudad de San Francisco. Ellos asumieron el compromiso de hacerse cargo de la recuperación del ave, y  su posterior liberación.

El día domingo se concretó la visita a la Reserva y la entrega del aguilucho al personal especializado, para que se pueda iniciar su rehabilitación.